EXVOTO
ÍBERO
Los
exvotos son una de las principales muestras de la religiosidad, rituales y
formas de culto de la Cultura Íbera. Se realizaban en bronce, mediante la
técnica de la “cera perdida”, en terracota o en piedra, con unas dimensiones
inferiores a los 18 cm de altura, fundamentalmente en el caso de las piezas
metálicas. Se representaban principalmente tanto hombres como mujeres de cuerpo
entero, si bien también se encuentran otros elementos que representan partes
determinadas del cuerpo, como extremidades o pequeñas falcatas (típica espada
íbera). En el caso de los hombres, solían aparecer con atuendos guerreros, en
actitudes belicosas, incluso a caballo o desnudos en posición itifálica. Por el
contrario, las representaciones femeninas adoptan actitudes de ofrenda o
plegaria de forma más hierática, vistiendo ricos ropajes, representativos de la
aristocracia a la que pertenecían.
Estas
figuras aparecen siempre en contextos de santuarios o espacios sacralizados, ya
sea al aire libre o en cuevas, en
lugares de fuerte dominancia territorial, a modo de ofrendas o rogatorias a la
divinidad.
Se
les suele atribuir una cronología en torno al siglo III antes de nuestra Era,
si bien su periodo de producción y uso puede paralelizarse con el desarrollo
completo de la Cultura Íbera.
La
figura aquí expuesta representa a “una dama” o mujer de la alta aristocracia
vestida con un atuendo propio de su rango social, con grandes mantos y túnicas
que la cubrían de pies a cabeza y adornada con ricas joyas.
No
es posible conocer su cronología ni procedencia, al tratarse de una pieza recuperada de expolio.
